martes, 5 de febrero de 2013

Compartimos un texto de Mariana

El nuevo color
Mariana Rebollo
Se dicen muchas cosas….
Se dice por ejemplo que: cuando el hombre logró pararse en dos patas y transformar el medio que lo rodeaba en su favor, marcó un hito en la historia de la humanidad diferenciándose del resto de los animales.
Inerme… pienso que soy una mujer de cuatro patas, apenas capaz de disfrutar de la “perfección de lo imperfecto” de mi vida en esta ciudad que se niega a la disparidad de mi cuerpo físico, obligándolo en pro de la “inclusión” a correr todo el tiempo, a tratar todo el tiempo de alcanzar una “normalidad” ficticia…
Pienso, en las infinitas batallas de aquellos que ruedan por Montevideo como piratas del asfalto, y los veo guerrear cuerpo a cuerpo con escalones de pasamanos inexistentes y ómnibus de alturas imposibles…
Una nueva historia está a punto de escribirse... donde la diferencia entre cada ser humano no será sinónimo de discriminación, sino de oportunidad de enriquecimiento social.….
El “miedo maestro”, es decir, el miedo al miedo en sí mismo, me había impedido verme como una persona con discapacidad, era imposible para mí, (que cantaba tan bien, y era capaz de entender más de un idioma)
Sentía que la discapacidad era una mala forma de pararse ante la vida, un mal estado… al que si uno negaba… tan solo con el pensamiento… ya no era… Pero a pesar de mis habilidades canouras y de mi “buena voluntad”, mi cuerpo era diferente… se distinguía porque a veces dolía, no era tan flexible, tan delgado, ni tan obediente…Yo no era tan linda como las demás en resumidas cuentas, y eso me generaba una rabia y una frustración sin parangón...
La fisioterapia por esos días resultó un bálsamo, y era un placer aún mayor la natación… Pero eran actividades mecánicas… y mi cuerpo, mucho más que un reloj al que se le rompió la cuerda…
Empecé a buscar…a explorar con diferentes maestros cómo era mi cuerpo, a reconocer la diferencia… Ya no había que ocultarla… Si quería ser parte del mundo, era necesaria una mudanza radical en mi cabeza… ¡¡¡Yo era así y punto!!!… En el mundo también era necesaria gente como yo… que disfrutara de la perfección de lo imperfecto…No había un único modelo de belleza a seguir…Yo era la arquitecta de mi propia belleza…
Siempre supe que los nombres hacían a las personas, y si un conjunto de personas elige un nombre para identificarse, nunca es al azar… Cuando conocí al grupo de danza integradora e inclusiva “Pata de Cabra”, decidí que ese iba a ser mi lugar… desde ahí quería mostrarme…
Cada una con una personalidad determinadamente fuerte e inquebrantablemente femenina, tenía su forma de bailar, y ninguna era menos bella que la otra…
Llegué tímidamente a unos ensayos estrictos y con pautas muy claras, pero donde a su vez primaba la “buena onda” y el respeto mutuo… estaban preparando una función y me preguntaba donde encajarían mis movimientos lentos y cortantes en una obra de tal complejidad y tan bien definida…
Encarar una dupla no fue tarea fácil, todos los sentidos conocidos por mí hasta el momento se abrieron y era como si al bailar juntas cada una tuviera su propio color…
Otra vez apareció la diferencia entre ambas…
Se encarnaba ahora la presencia de un nuevo enemigo: “la memoria”. Descubrí que tanto mi memoria espacial como corporal, eran territorios muchas veces “intocados” para alguien que no caminó a la edad justa en que debía haberlo hecho, sino 6 años más tarde…
De todas formas sentía la confianza de sus manos, su mirada siempre atenta y me descubría a mí misma en ella… Era fuerte y valiente igual que yo… y por más que el miedo a las luces tensaran la silla de escritorio en que habíamos decidido bailar, no nos rendimos, la música fluyó… miré hacia adelante y me olvide del vértigo… la ví sonreír concentradamente y me hermané con su esfuerzo tanto como pude… Cada una tenía su propio color para bailar… y ese día ambas inventamos un color nuevo…
Hoy… mi forma de ser, de pensar, de amar a ese hombre que me ama, no podría ser tal, si no hubiera existido ese día… el día en que ambas inventamos un color nuevo…


Rebollo, Mariana. "El nuevo color" pág 96 en Meerhoff Scaffo, Gabriela. "Grave. Aproximaciones para una experiencia total del cuerpo". Instituto Universitario Asociación Cristiana de Jóvenes. Facultad de Educación Física. IUACJ, Montevideo, 2012