
Nuestro punto de partida es el movimiento individual y del trío, la búsqueda de un lenguaje propio. No pretendemos la repetición o imitación de un lenguaje preexistente.
No pretendemos representar
algo (ideas o narrativas precisas), confiamos en los múltiples
sentidos que evoca el movimiento. Al mismo tiempo en escena nos permitimos jugar y atravesar vivencias en tiempo presente.